… Os ingleses, com os 6.500 agentes do seu serviço electrónico, são fortes mas… serão europeus?
Estas espantosas revelações são do próprio homem que criou e dirigiu até há pouco a “NSA francesa”, Bernard Barbier. Este ex-patrão da secreta francesa falava num encontro com estudantes da sua antiga escola de engenharia informática.
Num ambiente de grande informalidade, Barbier contou aos estudantes, absolutamente fascinados e boquiabertos, uma série de coisas cuja existência era até agora negada. E assumiu operações que eram ou simplesmente desconhecidas ou em que a responsabilidade da França nunca tinha sido sequer evocada.
Barbier sabe é claro que está a ser filmado e que tem um microfone na mão. Ele tão pouco é ingénuo. Homem da engenharia de computadores, especializado em cibersegurança e também em criptografia, ele sabe bem que com uma câmara apontada e um micro na mão não pode ter deslizes e nem sequer uma distraçãozinha. Portanto, as suas “confissões” são voluntárias, pensadas e bem medidas.
O Le Monde viu o filme do encontro (que tinha tido divulgação oficial no Youtube) e entusiasmou-se com o que descobriu. O jornalista chega mesmo a afirmar que é espantoso como ninguém ainda tinha dado pela “cacha”…
Le Monde
“C’est une intrusion inespérée dans un monde interdit aux regards extérieurs, celui du renseignement et des guerres secrètes. Face aux élèves de l’école d’ingénieurs CentraleSupélec, dont il est issu, Bernard Barbier, l’un des personnages les plus importants de l’espionnage français des dix dernières années, a levé le voile sur des mystères qu’on pensait insolubles.
Au cours de cette causerie, il a ainsi fait œuvre de transparence sur certaines des principales affaires d’espionnage récentes ayant touché la France.
Il a brisé des tabous, notamment en relatant l’attaque chinoise sur Areva et en confirmant la responsabilité de la France derrière une attaque informatique mondiale détectée par les services canadiens.
M. Barbier, qui fut de 2006 à 2014 l’homologue du directeur de l’Agence nationale de sécurité (NSA) américaine, en tant que chef de la direction technique de la Direction générale de la sécurité extérieure (DGSE), a commencé sa carrière au Commissariat à l’énergie atomique (CEA).
Au sein de la DGSE, il obtient, en 2008, une enveloppe de 500 millions d’euros et 800 nouveaux postes pour l’une des plus formidables révolutions du renseignement français: créer un système de collecte massive de données replaçant la France dans la course à l’espionnage moderne.”
El Pais
O espanhol ‘El Pais’ fica fascinado com a leitura do ‘Le Monde’ e o seu correspondente em Paris retoma a história, embora cometa o erro (do meu ponto de vista) de atribuir as revelações de Barbier a “entusiasmos” e deslizes…
“El jefe del espionaje exterior entre 2006 y 2014 ha contado en su antigua escuela cómo espió a China, Canadá o España, cómo confirmó que Washington pinchaba cuentas de altos cargos del Elíseo o cómo guió a un comando francés para matar yihadistas en Mauritania.
Como jefe de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), equivalente a la NSA americana, Barbier creó en 2008 un servicio de captación masiva de datos de Internet. Un año después, quizás para probar su eficacia, lanzó un ataque mundial de pirateo informático. Entre sus objetivos, organismos iraníes relacionados con el programa nuclear de Teherán, pero también ordenadores de destacadas personas en España, Grecia, Noruega, Argelia, Costa de Marfil o Canadá.
Fueron espías de este último país los primeros en lanzar sus sospechas de que el origen del masivo hackeo estaba en Francia. “Y efectivamente. Era Francia”, ha confesado ahora Barbier ante el estupor de quienes ahora comprueban la inusitada indiscreción de uno de los personajes más poderosos del país.
Contó también a los hipnotizados alumnos que ya hace años que sus espías eran “bien conscientes” de que los yihadistas preparaban ataques terroristas contra intereses franceses. En 2013, por ejemplo, sus expertos y él mismo escucharon “interceptaciones de franceses en Siria hablando a sus familias refiriéndose claramente a sus proyectos de venir a Francia…”
Pero incluso antes, en 2010, él supo que un grupo de islamistas radicales preparaba un atentado contra la embajada de Francia en Mauritania. Los terroristas estaban en un campamento entre dunas y Barbier mostró a los comandos de fuerzas especiales francesas cómo llegar hasta ellos. “Los eliminaron mientras se despertaban. En señal de agradecimiento, el jefe del servicio operativo me ofreció uno de los Kalashnikov cogidos a los yihadistas”.
“Los eliminaron mientras se despertaban. En señal de agradecimiento, el jefe del servicio operativo me ofreció uno de los Kalashnikov cogidos a los yihadistas”
Otra indiscreción, esta vez con los estadounidenses como víctimas. En 2012, colaboradores directos del entonces presidente Nicolas Sarkozy fueron espiados a través de sus ordenadores. Se descubrió que, cada vez que entraban en Facebook, y de forma totalmente imperceptible, sus ordenadores pasaban bajo control de un hacker.
El 12 de abril de 2013, y por orden del ya presidente François Hollande, Barbier viajó a Estados Unidos para seguir la pista de aquel espionaje. Cuenta éste que, al final de una reunión con Keith Alexander, jefe de la NSA entre 2005 y 2014, escuchó una confesión inesperada. “Estábamos en el autobús y me dijo que estaba decepcionado porque pensaba que jamás les detectaríamos. Y añadió: vosotros también sois buenos…”
Y es que, efectivamente, Barbier, creador del ciberejército francés, contó a aquellos chicos que podían ser sus nietos que Francia es hoy “la primera potencia de espionaje técnico en la Europa continental”, pero que, en relación con el número de habitantes, “los mejores son los suecos”. “Los italianos son malos. Los españoles son un poco mejores, pero no tienen medios”.
A la hora de poner notas por países, Barbier concluyó con semejante torpedo a Londres: “Los británicos, con 6.500 agentes de su servicio electrónico, son fuertes, ¿pero son europeos?”.